viernes, 23 de abril de 2021

CANALES DE NAVEGACIÓN INTERIOR Y OBRAS PARA SU CONSTRUCCIÓN

 NUEVA EXPOSICIÓN

CANALES DE NAVEGACIÓN INTERIOR Y OBRAS PARA SU CONSTRUCCIÓN

Coinciendo con la celebración del Día del Libro 2021, la Biblioteca de la ETSI Caminos inaugura la exposición:

Canales de navegación interior y obras para su construcción.

Esperamos que la disfrutéis.


viernes, 21 de febrero de 2020

CAMINOS DE HIERRO: SUS INICIOS EN ESPAÑA

Con la exposición Caminos de hierro: sus inicios en España la Biblioteca de la ETSI Caminos, Canales y Puertos de Madrid da a conocer una serie de documentos de su valioso fondo histórico, relacionados todos ellos con los primeros años del tren en nuestro país.




La muestra se divide en cuatro secciones:


LOS PROMOTORES DE LOS CAMINOS DE HIERRO EN ESPAÑA


La primera línea de ferrocarril española no se inauguraría hasta 1848. Sin embargo, ya en 1830 José Díez Imbrecht y Marcelino Calero y Portocarrero obtuvieron sendas autorizaciones para construir dos carriles de hierro en Andalucía. Carriles que, debido a razones económicas, nunca llegarían a concretarse.

Nuestra biblioteca posee una copia de la memoria del proyecto que presentó Calero. Esta memoria, que se entregaba a aquellos que compraban acciones de la compañía llamada Camino de hierro de la Reina Cristina, nos fue donada por su propietario, Don Eusebio Page, junto con una copia de la acción de su propiedad (Vitrina 1).

En España, la primera ley de ferrocarriles fue la Real Orden, de 31 de diciembre, de 1844 (Vitrina 1). Disposición basada en el informe elaborado por una comisión de ingenieros de Caminos de la que formaban parte José y Juan Subercase y Calixto de Santa Cruz (los dos últimos fueron directores de la ETSI Caminos de Madrid). Esta ley fijó el “ancho de vía español”, que era mayor que el casi universalmente aceptado en aquella época.



Fotografía 1.- Juan Subercase. Fuente: CDP.



Fotografía 2.- Calixto de Santa Cruz. Fuente: CDP.


También en 1844, el marqués de Salamanca solicitó permiso para construir la línea férrea, inaugurada en 1851, a la cual está dedicada el Manual del ferrocarril Madrid a Aranjuez (Vitrina 1).

La concesión en 1845 de un ferrocarril minero en Asturias desembocó en la creación, un año después, de la Compañía del Ferrocarril de Langreo. También, en la redacción de la Memoria acerca de la situación y porvenir de la Compañía del Ferrocarril de Langreo (Vitrina 1). Un trabajo en el que se detalla el proyecto.

Francisco Coello sería el responsable de los estudios que dieron lugar al Proyecto de las líneas generales de navegación y de ferro-carriles en la Península española (Vitrina 1). Trabajo que vería la luz en 1855 y que puede considerarse el primer plan general para el establecimiento de un sistema español de comunicaciones.




Fotografía 3.- Mapa plegable coloreado incluido en el la Proyecto de las líneas generales de navegación y de ferro-carriles en la Península española. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica.



TRAZADO Y CONSTRUCCIÓN DE LOS FERROCARRILES


La compleja orografía de nuestro país tuvo que ser solventada mediante la construcción de puentes, viaductos y túneles. Uno de los primeros fue el puente del Jarama que, destruido por las crecidas del río, fue levantado de nuevo en 1858. Un completo artículo sobre este último apareció en 1860 en la Revista de Obras Públicas (Vitrina 2).

La contrucción del túnel de Argentera requirió un extenso estudio previo que llevó al ingeniero Eduardo Maristany y Gibert a escribir El túnel de Argentera. Una obra en seis volúmenes, tres de texto y tres de láminas, que consistió finalmente en un monumental tratado sobre la construcción de túneles (Vitrina 2).

La cuestión de las obras de tierra y, más concretamente, de los taludes es abordada en un artículo publicado en el semanario divulgativo Los ferrocarriles, cuyo director era Juan de Mendilagoitia (Vitrina 2).

No hay que olvidar que la implantación del ferrocarril en España conllevó una serie de consecuencias sociales, económicas y políticas. Todas ellas son tratadas en el libro Rápida ojeada sobre la construcción y explotación de los ferro-carriles, de Juan Ancell (Vitrina 2).


LA EXPANSIÓN DE LAS LÍNEAS DE FERROCARRIL

Desde la entrada en vigor de la ya mencionada Real Orden de 1844 hasta la promulgación de la Ley General de Ferrocarriles de 1855, únicamente se construyeron en España unos pocos kilómetros de vías. Afortunadamente, esta última ley, en cuyo proyecto intervino el político e ingeniero de Caminos Sagasta, supuso un impulso para el ferrocarril español pues contribuyó a que en menos de una década se trazaran más 6.000 km de vías.

La Ley General de Ferrocarriles fue clave para la configuración  de las que serían las principales líneas de la red española de ferrocarriles. La primera de ellas fue la del Ferrocarril del Norte, que iba de Madrid a Irún. La memoria correspondiente a la sección Valladolid-Burgos (1852-1853) de esta línea sería preparada también por Sagasta.




Fotografía 4.- Lámina de Ferrocarril del Norte : sección de Valladolid á Burgos mostrada en la Vitrina 3 de la exposición. Fuente: CDP.

De la misma época que la memoria de Sagasta es el Proyecto de un ferrocarril de Barcelona a Tarragona, de Joaquín Núñez de Prado y Francisco Javier Boguerín. También, la Memoria del trazado, construcción, movimiento, productos y cálculos del presupuesto del ferro-carril central de Vizcaya (ambos en Vitrina 3).


MATERIAL MÓVIL: LAS LOCOMOTORAS


No hubiera habido caminos de hierro sin locomotoras a vapor. Tanto es así que las mejoras en el trazado de las vías fueron consecuencia del perfeccionamiento de estas últimas.

Robert Stephenson, el famoso ingeniero británico, inventó varias modelos de locomotoras. En España sería bastante usado uno de ellos: el modelo Patentee (1833). En Description de la machine locomotive de Robert Stephenson et Compagnie aparece una representación del mismo (Vitrina 4).

En nuestro país proliferarán en el s. XIX los tratados sobre ferrocarriles que estudian, además de los aspectos relacionados con su trazado y construcción, el material de tracción. Es decir: las locomotoras, los vagones y los coches. Ejemplos de ellos son tanto la obra de Cayetano González de la Vega Lecciones de carreteras, caminos de hierro y navegación interior y exterior (Vitrina 4) como las Lecciones de caminos de hierro, del profesor Vicente Ruiz (Vitrina 4).




Fotografía 5.- Lámina de Lecciones de carreteras expuesta en la Vitrina 4 de la muestra. Fuente: Biblioteca Digital de Castilla y León.


La exposición termina con el álbum fotográfico Línea de Gerona a la frontera francesa: construcción (Vitrina 3), de gran interés documental.


INFORMACIÓN


Lugar: ETSI Caminos, Canales y Puertos (1ª planta). Campus Ciudad Universitaria; Avda. Profesor Aranguren 3; 28040-Madrid.

Fechas: 14 febrero-14 abril 2020.

Horario: lunes a viernes, 9:00-20:30 h.

Web: http://www.caminos.upm.es

jueves, 25 de abril de 2019

Exposición "Faros y otras señales marítimas"

La Biblioteca de la Escuela de Caminos presenta una nueva exposición titulada “Faros y otras señales marítimas” que tendrá lugar entre el 23 de abril y el 28 de junio y que podrá verse en la 1ª Planta en la Antesala de Dirección. La muestra forma parte de la celebración del Día del Libro.


El origen de los faros se remonta a los primeros tiempos de la navegación, cuando la falta de accidentes geográficos reseñables que permitieran guiar el rumbo a las naves hasta el término de su viaje llevó a la construcción de otro tipo de señales artificiales en lugares emblemáticos de la costa.
Uno de los faros más antiguos de los que se tiene noticia en la Península y que aún se conserva es la Torre de Hércules, en A Coruña, el faro más antiguo del mundo en funcionamiento, erigido por los romanos en el siglo I, y renovado en épocas posteriores. Esta muestra recoge el proyecto de su reconstrucción, encomendado a Eustaquio Giannini a finales del siglo XVIII, resultado del cual es la actual torre de 58 metros, de estilo neoclásico.


Evolución de la Torre de Hércules


Desde mediados del siglo XIX España se suma a la corriente, ya desarrollada en las naciones más adelantadas, de dotar de un sistema general de alumbrado y balizamiento a las costas y puertos que incorpore los últimos adelantos en la materia. Para tal propósito se creó en 1842 la Comisión de Faros, que realizó un diagnóstico sobre el estado de las costas españolas, como resultado del cual se elaboraron el Plan general para el alumbrado marítimo y el Plan general para el balizamiento de las costas y puertos de España e islas adyacentes, de 1847 y 1858 respectivamente.

Uno de los más eminentes miembros de la Comisión de Faros fue el ingeniero y arquitecto Lucio del Valle, a quien se encomendó el proyecto de “las luces de las bocas del Ebro”, cuyo manuscrito original presentamos en esta muestra. Los tres faros de Buda, el Fangar y la Baña, fueron construidos en hierro sobre pilotes de rosca que se hincaban helicoidalmente en la arena bajo el agua, lo que supuso una solución sumamente innovadora y original para la época. Los faros del Ebro formaban parte de los ciento veintiséis proyectados por la Comisión, y sus características se ajustaban a las directrices establecidas en el Plan general para el alumbrado marítimo en cuanto a las gradaciones y las distintas apariencias de las luces. Así, el faro de la isla de Buda, de 53 metros de altura, era un faro de segundo orden con eclipses de minuto en minuto; el de la punta de la Baña era de tercer orden y luz fija; y el de la punta del Fangar de sexto orden y también de luz fija. Los tres faros del Ebro utilizaron para su iluminación aparatos catadióptricos, un revolucionario sistema de lentes ideado por el ingeniero francés A. Fresnel —utilizado por primera vez en 1823 en el faro de Cordouan— que resolvía los inconvenientes de los aparatos catóptricos que se venían utilizando hasta ese momento. Aquí recogemos su obra Phares lenticulaires: système de Augn. Fresnel.

Además de los faros, otras señales marítimas servían para guiar a las naves, como boyas y balizas. Cabe destacar en esta muestra la obra Boyas refugio del capitán Peacock, cuyo sistema se describe en un manuscrito anónimo que es una traducción obtenida probablemente del Nautical Magazine and Naval Chronicle for 1852. Este tipo de boyas tenía la doble función de guiar a las embarcaciones y servir de refugio a los náufragos, ya que tenía capacidad para albergar hasta 12 personas.



Ilustración del manuscrito del Capitán Peacock


No queremos dejar de destacar también otro tipo de señales, tales como las de banderas o las de brazos que se utilizaban para transmitir mensajes, ya sea entre embarcaciones o entre una embarcación y tierra. Así se recoge en las obras aquí expuestas El Náutico y Rudimentos de cultura marítima respectivamente.
 

Sistema uniforme de boyas y valizas adaptada por varias naciones marítimas (1904)

Los faros y señales marítimas también fueron materia en los planes de estudio de la Escuela de Caminos. De ello son testimonio las Lecciones de faros recogidas por los alumnos de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos entre los años 1883-1885, del catedrático de Puertos y Señales Marítimas y director de la Escuela don Pedro Pérez de la Sala; así como los Apuntes de señales marítimas tomados de las explicaciones del profesor don Luis Gaztelu, ca. 1916, que también fue director de la Escuela. El contenido de estos apuntes versa sobre los datos históricos acerca de los faros, considerando su importancia, clasificación y distribución; la división de los faros según su orden; la descripción de las partes de un faro; su alcance óptico y geométrico; la apariencia de las luces por colores, grupos de luces, eclipses y destellos; luces empleadas en el alumbrado de los faros y propiedades de los aceites utilizados; otras señales secundarias como la radiotelegrafía, balizas, boyas, luces de enfilación o señales acústicas. En ambos autores encontramos reseñas sobre algunos de los faros más importantes. Es el caso del Faro de Buda, que Pérez de la Sala destaca como ejemplo de faro de hierro laminado; o la Torre de Cordouan, que sirve a Gaztelu para analizar los tipos de lentes.

Atlas de Señales marítimas de Pedro Pérez de la Sala


martes, 23 de abril de 2019

La 'Biblia de la Casa de Alba'

Con motivo del Día del Libro vamos a hablar de una lujosa obra que forma parte de nuestros fondos desde 1928, año en el que la Escuela la adquirió para celebrar el entonces conocido como Día del Libro Español. Nos referimos a la Biblia de la Casa de Alba.


LA OBRA ORIGINAL


La Biblia de la Casa de Alba es una Biblia romanceada (es decir, en castellano) encargada por la Corona o por miembros de la nobleza, pues en la época en la que se preparó pocos dominaban el latín. Uno de sus promotores fue Luis de Guzmán ( 1375?-1443), Gran maestre de la Orden de Calatrava, que estaba muy interesado en las Sagradas Escrituras y deseaba además conocer los puntos de vista que judíos y cristianos tenían sobre ellas. El Maestre confío su traducción a Mošé Arragel de Guadalajara, rabino de Maqueda, quien comenzaría en 1422 un trabajo que terminaría en 1430. Fue entonces cuando puso el texto a disposición del franciscano Arias de Encina, del arcediano de la Catedral de Toledo Vasco de Guzmán y del dominico Juan de Zamora. Sus revisores eclesiásticos y los que se encargaron de enviarlo a copiar e iluminar. Finalmente, el códice quedaría concluido en 1433.



Luis de Guzmán, Gran Maestre de la Orden de Calatrava.


La traducción de la Biblia de la Casa de Alba siguió la versión de la Vulgata, añadiendo a esta una traducción del hebreo del Antiguo Testamento dispuesta según su canon. Sus comentarios demuestran un buen conocimiento de la exégesis y una clara familiaridad con la literatura latina clásica y cristiana. Por otro lado, este texto está precedido por un extenso prólogo del traductor en el que aparecen transcritas las cartas cruzadas durante su negociación con Don Luis y también, una justificación ante las comunidades cristiana y judía del tipo de traducción ecuménica que pensaba realizar.

El programa iconográfico de la Biblia de la Casa de Alba comprende 334 imágenes atribuidas por los especialistas a cuatro de los iluminadores al servicio de la catedral de Toledo en la primera mitad del siglo XV. Son muy interesantes por la presencia de motivos tomados de la tradición rabínica, lo que ha llevado a hablar a veces de sincretismo cultural iconográfico.



El rabino Mošé Arragel.


La historia de la Biblia de la Casa de Alba hasta que llegó a manos de esta familia fue azarosa. Se supone que se entregó a Luis de Guzmán en 1443, pero no se cita ni en el testamento de este (que se abrió en 1482) ni en los de su viuda y herederos. Curiosamente, se sabe que en 1474 se hallaba depositada en el Alcázar de Segovia formando parte del tesoro de Enrique IV. En 1480 era propiedad de Isabel la Católica, pero en 1501 ya no se menciona en el inventario de sus bienes. Posteriormente el documento pasó a manos de la Inquisición, que lo tuvo en su poder hasta que en 1624 el Inquisidor General D. Andrés Pacheco lo cedió al Conde Duque de Olivares. Finalmente, cuando en 1688 la Casa de Olivares se unió a la de Alba y Tormes al casarse Francisco de Toledo y Silva, X Duque de Alba, con Catalina de Haro y Guzmán, V Duquesa de Olivares, el manuscrito se convirtió en propiedad de la familia del esposo.


NUESTRA BIBLIA


La Biblia de la Casa de Alba depositada en nuestra biblioteca fue publicada por iniciativa de Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó (1878 - 1953), XVII duque de Alba, X duque de Berwick y Grande de España, coincidiendo con el V centenario del encargo de la traducción de Mošé Arragel. La obra consta de dos volúmenes (el primero apareció en 1920, el segundo en 1922) en folio marquilla, con una magnífica encuadernación en piel de estilo mudéjar (hispano-morisca) que copia fielmente la del misal toledano del siglo XV depositado en la Biblioteca Nacional (Sign. VITR/4/4).  
 


Encuadernación mudéjar de lacerías de la Biblia de la Casa de Alba.


La edición de la Biblia de los Alba es de tipo paleográfico, pues incluso muestra los errores cometidos por el copista. En ella las glosas están impresas al final del texto de cada libro bíblico y aparecen varias ilustraciones en color, aunque la mayoría son en blanco y negro.



El arca de Noé.


El Duque de Alba fue auxiliado en la labor de edición de su Biblia por Antonio Paz y Meliá (1842 – 1927). Erudito que además de organizar y catalogar la documentación que los Medinaceli y los Alba habían reunido a lo largo de los siglos, fue vicedirector de la Biblioteca Nacional en época de Menéndez Pelayo. Y también, un historiador conocido por sus ediciones de textos acompañados por estudios introductorios y numerosas anotaciones. La Biblioteca de la ETSI Caminos cuenta entre sus fondos con algunos de sus trabajos. Concretamente, con Avisos de D. Jerónimo de Barrionuevo (1654-1658) y Apéndice anónimo (1660-1664) (1892-1893) y con Catálogo abreviado de papeles de Inquisición (1914).

Desde el punto de vista técnico, la realización de la Biblia de la Casa de Alba fue posible gracias a Pedro Miguel de Artíñano y Galdácano (1879-1934), ingeniero industrial y experto en la historia, crítica y catalogación de las obras españolas de artes decorativas, a Mateu Artes e Industrias Gráficas y a la Imprenta Artística de los hermanos Sáez. La impresión de la obra fue laboriosa, llevaría cinco años (1917-1922)  y su tirada se limitaría a 300 ejemplares.



Historia de Caín y Abel.


Jacobo Fitz-James Stuart subvencionó diversas publicaciones y facilitó los contactos entre investigadores españoles y de otros países a través del mecenazgo. Además, continuó la labor iniciada por su madre, Rosario Falcó, promoviendo la catalogación y estudio de los documentos y obras de arte de la Casa de Alba. En nuestra Biblioteca se pueden consultar sus numerosos artículos publicados en el Boletín de la Real Academia de la Historia, institución de la que fue director.



Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, duque de Alba (Arte Morenoc. 1930).


PARA SABER MÁS


Biblia de AlbaWikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 08/09/2022.

Biblia romanceada, Maqueda, 1430/1431Exposición Virtual 'Biblias de Sefarad'. BNE (Biblioteca Nacional de España). Fecha de consulta: 08/09/2022.

Girón Negrón, L.M., Enrique-Arias, A. (2012), La 'Biblia' de Arragel y la edición de traducciones bíblicas del siglo XVHelmántica, 190, pp. 291-310. Fecha de consulta: 08/09/2022.

La 'Políglota' entre la tradición sefardita y el humanismo cristiano: 'Biblia de Alba'Exposición Virtual 'V Centenario de la Biblia Políglota Complutense'. Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla (UCM, Universidad Complutense de Madrid). Fecha de consulta: 08/09/2022.

Sainz de la Maza, C. ( 2007), Poder político y poder doctrinal en la creación de la 'Biblia de Alba'e-Spania, 3. Fecha de consulta: 08/09/2022.

Toledo (Archidiócesis) (s. XV). Misal de Toledo [Manuscrito]. Fecha de consulta: 08/09/2022.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Exposición "Belleza y utilidad pública. La hidráulica en los siglos XVII y XVIII"

La Biblioteca de la Escuela de Caminos presenta una nueva exposición titulada “Belleza y utilidad pública. La hidráulica en los siglos XVII y XVIII”que tendrá lugar entre el 24 de enero y el 9 de abril 2019 y que podrá verse en la 1ª Planta en la Antesala de Dirección. La muestra está comisariada por César Lanza Suárez.



La exposición se centra en los ingenieros hidráulicos de la Europa de los siglos XVII y XVIII. Es una época de cambios paradigmáticos en los dominios de la política, la economía, y especialmente, de la ciencia y la técnica. Y fue precisamente a lo largo de aquellos dos siglos cuando se sentaron las bases del moderno conocimiento científico del agua y de su dominio por parte de la ingeniería.
El siglo XVII se significó por la por la Revolución Científica que tuvo por heraldos a Galileo y Newton, y que en el caso de la ciencia hidráulica el umbral de la modernidad se cruzó en el siglo XVIII a hombros de personajes de la talla de los Bernoulli, D’Alembert o Euler, por señalar a tres inmensos sabios fundadores de la disciplina. Pero quizá de poco hubieran servido esos conocimientos teóricos si no los hubiesen recogido, en su modo de pensar y hacer, otros personajes orientados a la acción transformadora del mundo y no solo a la reflexión sobre sus leyes. En este caso, ingenieros hidráulicos que con talento e imaginación resolvieron problemas prácticos y crearon nuevas realidades a partir de sus obras, máquinas e inventos. Recordaremos entre ellos a los Bélidor, Muller o Betancourt, que en el dominio del agua comparten merecida gloria con sus pares del mundo de la ciencia.

martes, 27 de noviembre de 2018

Los diez libros de Arquitectura de Marco Vitruvio Polión

Representación de 1684 de Vitruvio (derecha) presentando De architectura a Augusto 
Fuente: Wikimedia


Marco Vitruvio Polión fue un arquitecto, escritor, ingeniero y tratadista romano del sigo I a.C.  Es el autor del tratado más antiguo sobre arquitectura que se conserva y el único de la Antigüedad clásica, De Architectura, en 10 libros (probablemente escrito entre los años 27 a. C. y 23 a. C.). Inspirada en teóricos helenísticos –se refiere expresamente a inventos del gran Ctesibio–, la obra trata sobre órdenes, materiales, técnicas decorativas, construcción, tipos de edificios, hidráulica, colores, mecánica y gnomónica.

viernes, 1 de junio de 2018

Exposición "+ que ingeniería"

La Biblioteca de la Escuela de Caminos presenta una nueva exposición denominada "+ que ingeniería", que se podrá ver en la antesala de Dirección (Planta 1ª de la Escuela) desde el 18 de septiembre al 18 de diciembre de 2018.

Desde su fundación en 1834, la Biblioteca de Caminos ha contado entre sus fondos con un buen número de libros, revistas, folletos y grabados, algunos de ellos de gran antigüedad y valor, dedicados a disciplinas que nada tienen que ver con la ciencia y la tecnología. Parte de estas se incorporaron gracias a las generosas donaciones realizadas por los antiguos profesores y sus herederos; aquí podemos destacar las realizadas por Mariano Carderera, José Echegaray o Eduardo Saavedra o la más reciente de los herederos de Vicente Garcini. Estas donaciones reflejaban sus inquietudes intelectuales, que a juzgar por el contenido de sus bibliotecas privadas, iban más allá de las materias relacionadas con la ingeniería civil. Otra vía de entrada de estas obras "curiosas" fue la costumbre instaurada en la Escuela de adquirir obras de carácter humanístico para celebrar el Día del Libro español. Instaurada en 1926 siguiendo las disposiciones de un Real Decreto del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, esta tradición se mantuvo hasta los años 60 del pasado siglo y gracias a ella se pueden contemplar algunas obras del célebre impresor y encuadernador Antonio Sancha y de su hijo Gabriel adquiridas en 1935 bajo la dirección de Vicente Machimbarrena.
 

martes, 17 de abril de 2018

Derrotero de las costas de España en el Océano Atlántico, y de las Islas Azores ó Terceras


Retrato de Vicente Tofiño. Fuente: blogtodoavante
Vicente Tofiño de San Miguel (Cádiz, 1732-San Fernando, 1795), fue un marino, cosmógrafo y matemático de inmensa repercusión científica en su época. La importancia de su labor se puede comparar a la de otros marinos de la época ilustrada como Jorge Juan o Antonio Ulloa.
En 1783 fue nombrado jefe de la comisión hidrográfica, integrada por miembros de la marina con el fin de realizar el levantamiento cartográfico de las costas de España. Para llevar a cabo esta empresa, entre 1783 y 1788 emprendió una serie de expediciones a bordo de la fragata Santa Perpetua y los bergantines Vivo y Natalia, en las que se utilizaron las técnicas geodésicas más avanzadas de la época, combinando las operaciones marítimas con las terrestres.

Entre 1787 y 1789 se publicaron las cartas náuticas y los dos derroteros que conforman el Atlas Marítimo de España en el taller de la Viuda de Ibarra. Los dos tomos del Atlas constaban de 21 cartas náuticas, 16 planos y 10 vistas, en láminas de gran formato, realizadas en palabras de Tofiño  por algunos de “… los artistas que manifestaron más disposición para ese género” como Manuel Salvador Carmona, Fernando Selma, Joaquín Ballester o Felipe Bauzá quien posteriormente fue escogido por Malaspina para participar como dibujante en su famosa expedición.  En 1787 se publicó el Derrotero de las costas de España en el Mediterráneo y su correspondiente de África y posteriormente en 1789 la que sería definida como la primera obra de la cartografía española moderna Derrotero de las costas de España en el Océano Atlántico... Este tratado, concebido a modo de atlas hidrográfico, informa de los diferentes peligros costeros, indica cómo evitarlos y señala las entradas a los distintos puertos, calas y ríos, así como las mareas y los vientos habituales de la zona. Tofiño se basó en las antiguas crónicas de navegación para la recopilación de datos sobre la morfología de la costa de Galicia, del mar Cantábrico, del Golfo de Cádiz y del litoral comprendido desde la frontera con Portugal hasta el Cabo de San Vicente, así como de las islas Azores. Para la parte portuguesa, la corte lisboeta le proporcionó todo su apoyo para que cartografiase tanto la costa de Portugal como sus posesiones insulares.

miércoles, 14 de marzo de 2018

Concesión de la Medalla Agustín de Betancourt a José Antonio Torroja Cavanillas

El día 15 de marzo de 2018, a las 11 h, en el Paraninfo de la UPM, se entrega la medalla Agustín de Betancourt a D. José Antonio Torroja, que fue catedrático y director de nuestra Escuela. 

Retrato de José Antonio Torroja. Fuente CDP UPM



BIOGRAFÍA ACADÉMICA

El ingeniero de Caminos José Antonio Torroja Cavanillas, nació en Madrid en 1933. Es hijo del prestigioso ingeniero Eduardo Torroja Miret.
Se graduó como ingeniero de Caminos en 1957, por la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Cinco años después se doctoró en la ya Escuela Técnica Superior. En el curso 1962/1963 ingresó como profesor de la asignatura de Puentes y estructuras metálicas y posteriormente fue nombrado Catedrático en 1967 de Hormigón Armado y Pretensado. Entre 1973 y 1979, dirigió la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona y de  1981 a 1989, la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid. Durante doce años (1988-2000) presidió el Colegio Oficial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Finalmente, en 2003, la Escuela de Caminos de Madrid, le nombró profesor emérito.


miércoles, 7 de marzo de 2018

Exposición "Matemata: aquello que se puede aprender"

La Biblioteca de la Escuela de Caminos presenta una nueva exposición titulada “Matemata: aquello que se puede aprender “que tendrá lugar entre el 1 de marzo y mayo de 2018 y que podrá verse en la 1ª Planta en la Antesala de Dirección. La muestra está comisariada por el Departamento de Matemáticas - Santiago Higuera.

La exposición recoge la historia y evolución de las matemáticas desde sus inicios en el siglo V a.C. hasta el siglo XIX. Para ello se ha dividido en cuatro etapas cronológicas: la Antigüedad, el siglo XVII, el  siglo XVIII y el XIX en las que se muestran las obras matemáticas más destacadas que posee la biblioteca.