martes, 19 de marzo de 2013

Una Circular de la Inquisición de 1772



Dentro del libro “Aritmetica practica y especulativa” del matemático y mitógrafo Juan Pérez de Moya (Santisteban del Puerto, Jaén, 1513 - Granada, 1597) aparecieron dos ejemplares de una Carta Acordada o Circular de la Inquisición del distrito de Valladolid, fechados el 6 de junio de 1772. Una de las Circulares tiene una serie de anotaciones manuscritas entre ellas un exlibris de la persona que lo compró. Así podemos leer que el libro “Es de Tomás Caballero y Sosiega”, Además nos indica “Se compró en V[alladolid?/ Valencia?] el día 7 de julio de 1832 y costó 14 r[eales]”. Es difícil asegurar todos los datos pues la tinta está muy pálida y no se ve muy bien. La principal dificultad está en discernir la población y en la abreviatura de la moneda utilizada aunque, es bastante plausible que se refiera a reales ya que era la moneda de uso corriente en la primera mitad del siglo XIX, antes de la instauración de la peseta.



Estas Cartas Acordadas o Circulares se utilizaban para unificar el procedimiento de la Inquisición en los diferentes tribunales de distrito. En esta Carta del 6 de junio de 1772, se anuncia el envío de un Edicto de fe y un Anatema. Además se informaba del procedimiento a seguir para la lectura en la Catedral primero del Edicto de fe y al domingo siguiente del Anatema en la Catedral y posteriormente en las Iglesias parroquiales y conventos ­­


Normalmente la lectura de los Edictos Generales se hacían en los domingos de Cuaresma y Adviento por lo que la fecha de que aquí se nos indica el 6 de junio de 1772, el sábado anterior a Pentecostés de ese año, nos habla de un Edicto particular, del cual desconocemos todo. Hay varios ejemplos de edictos de 1772, como uno de Sevilla, prohibiendo burlas contra la expulsión de los jesuitas o el que posee el Archivo de la Catedral de Segovia, recogido en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico (Nº de control CCPB001038760-9), pero como hemos indicado el documento es muy genérico y no proporciona ninguna información que lo particularice.


El Tribunal de la Santa Inquisición se instaló en España en 1478 con una bula de Sixto IV y para su mayor operatividad se dividió en 23 tribunales de distrito. De estos tribunales surgió el tribunal del distrito de Valladolid que fue uno de los más importantes y el de mayor extensión de España. Creado en 1485, se extendía inicialmente por toda Castilla-La Vieja, Asturias y parte de Galicia. Aunque poco a poco fue perdiendo territorio quedando conformado definitivamente en 1502. Por tener dentro de su jurisdicción los puerto del Cantábrico y la frontera con Portugal fue un tribunal dedicado a perseguir a judaizantes, la censura de libros y el control de la difusión de obras prohibidas.

Como señala Prado Moura el tribunal de la Inquisición del distrito de Valladolid en la segunda mitad del siglo XVIII había caído en un estado de decadencia y penuria económica que culminó con la quema del edificio de la sede y archivo en Valladolid en 1808, tras la abolición de la Inquisición por Napoleón (confirmada por las Cortes de Cádiz). La agonía final tras la restauración de Fernando VII en 1814, nueva abolición en 1820-1823 y su abolición definitiva en 1834 explicaría el uso de un documento de la Inquisición para reforzar las cubiertas de un libro.

 La "Aritmética practica y especulativa" de Juan Pérez de Moya , se publicó originalmente en Salamanca en 1562 y fue considerada durante los siglos XVII y XVIII como libro de texto. Tal fue la popularidad de esta obra que llegó a conocer treinta reimpresiones hasta la época de Carlos III y fue traducido a otras lenguas. La edición que posee la Escuela de Caminos, del año 1643, fue impresa en los talleres de Diego Díaz de la Carrera, impresor del Reino, que estuvo activo entre 1639 y 1667. Es una obra en tamaño cuarto, con una encuadernación pobre en pergamino a la rústica, originalmente sin guardas de papel, como las que se hacían desde el siglo XVI para los libros recibidos en rama. El pergamino aparece plegado sobre sí mismo en el interior de las cubiertas para atarse sobre los cortes delanteros asentados en el pliegue de una ceja incipiente. La obra está cosida con 3 nervios de pergamino retorcido y no tiene cabezadas.



Por último queríamos señalar que la obra de Juan Pérez de Moya, aparece ya en el primer catálogo de la Biblioteca de Caminos realizado en 1859 (documento nº 191, sección 1 – Matemáticas). La existencia del exlibris nos hace suponer que el libro fue incorporado a los fondos de la Biblioteca después de su fundación en 1834 por lo que no perteneció al fondo original reunido por Agustín de Betancourt.

 

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